martes, 30 de noviembre de 2010

RAJOY

No me gustaría estar en la piel de Rajoy.

Hoy ha dicho que España pasa a estar, más o menos, al nivel de Pakistán, desde el punto de vista de riesgo-país. Inmediatamente un montón de gente se ha puesto a opinar que lo que tendría que hacer es arrimar el hombro, y aportar ideas para sacarnos de esta, que se está poniendo la cosa muy chunga.Tras pensarlo un rato, llego a las siguientes conclusiones:

1. Si Rajoy tiene alguna idea que funcione y la dice, poniéndola en funcionamiento el PSOE, el mérito será del PSOE.

2. Si, por otro lado, tiene alguna idea que funcione y no la dice, será considerado un antipatriota.

3. Si tiene alguna idea y ésta no funciona, la lleve a cabo quien la lleve a cabo, quedará como un patán.

4. Al margen de sus ideas, existentes o no, si finalmente hay elecciones algún día y entra en el poder, implantando una política que funciona, de forma que nos saque de este lío, muchos dirán que hemos salido gracias a las medidas adoptadas por Zapatero con carácter previo, que además tuvo que lidiar con la parte aguda de la crisis (ya lo hicieron en el 96), crisis motivada por los desenfrenos “ladrilleros” de la etapa PP anterior.

5. Por último, si entra en el poder y sus ideas no funcionan, además de volver a quedar como un patán, mucha, muchísima gente, perderá definitivamente su fe en la política y en los políticos.

En definitiva, no me gustaría estar en la piel de Rajoy.

Para nada.

jueves, 15 de julio de 2010

Hace ya algún tiempo pusieron por televisión un programa documental de esos llamado “24 horas con …”, que consistía en seguir a un personaje famoso durante un tiempo, para mostrar a todo el mundo cómo era su vida.

Concretamente aquel día el personaje era Emilio Botín. Un cámara se afanaba por seguir todos sus movimientos, sus subidas y bajadas a aviones para estar hoy aquí, mañana en Nueva York, pasado mañana vaya usted a saber dónde.

Entre desayunos, entradas y salidas a reuniones, vuelos, etc., un entrevistador, que era el que conducía el programa, hacía preguntas al financiero de diversa índole, tanto personales como profesionales.

Me llamó poderosamente la atención una parte de la entrevista (estamos hablando de una entrevista de 2006, si no recuerdo mal), donde explicó, textualmente, lo siguiente:

“El negocio bancario es muy sencillo. El banco toma un dinero prestado de los impositores, y lo paga a un precio. Luego, con ese dinero, presta a su vez a demandantes de dinero, y lo cobra a otro precio. El diferencial entre los dos es el beneficio del banco”.

De este modo tan sencillo, uno de los mayores banqueros del mundo, explicó el funcionamiento de una actividad tan compleja como la bancaria. Si esta frase la dijera yo, o alguna de las personas que usted conoce, pensaríamos que quien habla no se entera de nada: las finanzas son algo mucho más complejo, lleno de palabras raras, como opciones, futuros, SWAPS, apalancamiento, TIR, VAN, nominales, TAEs, etc. etc.

Pero no lo dije yo. Ni usted. Ni su cuñado, hermano o primo. Lo dijo Emilio Botín. Y me impresionó. Desde ese día me quedé pensando que, si esto es así, entonces para que un banco preste un millón de euros, o bien previamente un impositor tendrá que poner un millón de euros en el banco, o bien el banco tendrá que sacar el dinero de otro sitio: el mercado interbancario.

Ahora bien: si esto lo miramos en términos nacionales, ¿cuánto dinero tenemos los españoles en el banco (personas y empresas)?¿Y cuánto dinero han prestado los bancos?¿Más o menos que lo que les hemos impuesto?

La respuesta es que los bancos han prestado 1,767 billones (con b de barbaridad, o burrada) de euros, y que por otra parte, tenemos en imposiciones aproximadamente 1,118 billones (también con b de belillo, o de bergante) de euros.

O sea: los bancos han prestado, según esto, 649.000 millones de euros más de lo que les hemos puesto. Por lo tanto, los bancos han tenido que pedir prestado a otros bancos dicha cantidad.

Vale, pongámoslo en términos relativos, que es como se entienden las cosas mejor. Esta cantidad, ¿es grande, mediana o pequeña?

Algunos datos:

El Banco de Santander, uno de los mayores del mundo por valor de capitalización y beneficios, ganó algo menos de los 9.000 millones de euros el año pasado.

El presupuesto de ingresos para 2010 de los Presupuestos Generales del Estado ascendía a 274.000 millones de euros. Es decir, todos los ingresos del Estado en un año (si se cumple el presupuesto, claro).

El PIB español está en torno a los 1,6 billones de euros/año. Esto es lo que generamos entre todos los españoles en un año.

Entonces, ¿650.000 es mucho o es poco?

Es una barbaridad, una burrada, y hay que ser rebenques para haber permitido esto. A mi me gustaría saber dónde han estado las autoridades, que tantas estadísticas tienen para absolutamente todo (carajo, ya se mide incluso la confianza del consumidor) que no han visto el nivel de endeudamiento que tiene nuestra banca, y a mí me gustaría saber con qué criterios se han llevado las cosas a cabo.

Pero las cosas están así, e independientemente de que alguien tenga que depurar las responsabilidades que correspondan, ahora hay que salir de aquí.

¿Cómo?

Generando riqueza. Estamos jodidos, pero tenemos, según estos datos (por cierto, que la fuente de donde saqué el dato es la revista El Economista) tenemos 1,11 billones de euros en depósitos, lo cual no es poco. Está claro que debemos mucho, pero en mi opinión, el Estado tiene ahora la responsabilidad de enviar al mercado la señal adecuada para que, de forma ordenada, controlada y bien dirigida, se reactiven las inversiones productivas. PRODUCTIVAS, y no en ladrillo, como hasta ahora.

Seamos prácticos. Si usted tuviera 100 millones de pesetas, de euros o de yenes, y debiera 134 millones de lo mismo (que es más o menos la proporción), estaría usted endeudado, … pero no arruinado, ¿no?

Ahora, si usted deja los 100 millones que tiene quietos, y los 134 generan intereses mes a mes, se empiezan a comer los 100 millones tarde o temprano, ¿no? Pues eso. Si en el fondo la economía es muy sencilla.

Hay que investigar, salir al exterior, exportar, hacer carreteras en el extranjero, proyectos de ingeniería, complejos hoteleros, muebles, zapatos, coches, servicios, servicios, servicios…

Hay que cambiar la mentalidad de forma radical. Y el Estado (no el gobierno, el Estado) tiene que enviar a los ciudadanos la señal adecuada. Transmitir confianza, emitir leyes comprensibles, lógicas, y que ayuden a este fin: inversión productiva.

Si no estaremos arrastrando la chola durante muchos, muchísimos años.

miércoles, 23 de junio de 2010

El estuerzo y la reforma laboral


NOTA PREVIA: Algunos conceptos básicos para entender este artículo:

Estuerzo: En el lenguaje del albañil canario (entiéndase por tal tanto el profesional como el vocacional de fines de semana), se entiende por estuerzo a la alineación. Cuando una pared está alineada con la llegada de la escalera, o por ejemplo la puerta del baño se alinea con la balaustrada de la terraza, se dice que está “a estuerzo”.

Destuerzo: Lo contrario de estuerzo, siendo “a destuerzo” lo contrario de “a estuerzo”.

Plomo: Podríamos definirlo como el estuerzo vertical, para lo cual hay que tirar la plomada. Otras acepciones del término son por ejemplo pesado, o plasta, que no se utiliza en el lenguaje del albañil canario, y que se dice del que repite las cosas unas cuantas veces después de que lo has entendido, normalmente porque quien no entiende lo que habla suele ser el propio plasta, y lo repite para entenderlo él mismo.

Aplomado: Relacionado con el anterior, pero con un significado totalmente opuesto, es aquel o aquella que tiene paciencia, flema o tranquilidad suficiente para entender que el plomo no entiende nada.

Huevos de plomo: Es la tercera acepción de término, que no significa nada de lo anterior. Dícese de aquél o aquélla (porque para este término no se distinguen sexos) que no reacciona ni a palos, que no tiene capacidad de hacer lo que tiene que hacer. Vamos, que en palabras del compadre, sería la persona que se corta y la sangre tarda diez o quince minutos en empezar a salir. Son estas personas que no disparan ni en defensa propia.

Machango: Palabra del diccionario canario, que significa persona sin personalidad o rumbo propio, que vive al pairo del viento que mejor sopla, o asopla.

Machangada: Son las cosas que hacen los machangos.

Aclarados los términos, y sin perjuicio de aclaraciones posteriores, ayer, día 22 de junio de 2010 se aprueba la reforma laboral de Zapatero. Se ha aprobado con los únicos votos del Partido Socialista, menos uno, y con la abstención del resto de los grupos.

Esta reforma estuvo precedida de una llamada del presidente norteamericano al nuestro, y según nuestras fuentes, la conversación mantenida entre ambos fue, más o menos, como sigue:

- Zapa.

- Hola, Obi

(Nótese que tras unas cuantas llamadas de teléfono, el tono se vuelve más distendido y familiar)

- ¿Cómo está la cosa por España?

- ¿España país, nación o Estado?

-

-

- ¿Y tu mujer y las niñas?

- Bien, bien. ¿Los tuyos todos bien?

- Todos comen. Al grano. ¿Al final vas a ir a por la reforma laboral, o no?

- Pues muchas ganas no tengo.

- Mira, macho, haz la reforma, que como no la hagas y te salgas del estuerzo, los demás países se van a poner envidiosos.

- Ya. Pues que voten socialdemócrata.

- Zapa, déjate de machangadas. Ponte a ello, porque si no tú sabes lo que pasa.

- ¿Qué pasa?

- Pues que no puedes estar a destuerzo.

- ¿A qué?

- A destuerzo, hombre

-

Obama, aplomado, explica pacientemente:

- A destuerzo, fuera escuadro, …

- No entiendo

- Desalineado con el resto de occidente, hijo.

- ¡Ah!, haber empezado por ahí, tío.

Zapa respira tranquilo. Él, al provenir del mundo intelectual y universitario, no está al día con las expresiones del vulgo, pero Obama, que ha tenido que lidiar en miles de batallas, lo utiliza con un desparpajo que a Zapatero a veces le abruma.

- ¿Y qué pasa si me quedo desalineado, o como tú dices, a destuerzo?

- Pues que como la Fed y el BCE tiren el plomo y te vean a destuerzo, sacan la mandarria, y te ponen a estuerzo al taponazo.

- Y eso es malo, ¿no?

- Hombre, como a tus bancos les corten el dinero barato, a ver quién te va a financiar el déficit en lo que pones el presupuesto en su sitio.

- Ya, ya. Bueno, pueeeeeeees, … ¿y yo que le digo a los sindicatos ahora?

- No sé. Diles que estás haciendo un ejercicio de responsabilidad, y que persigues un fin superior, o algo así.

- No sé, no sé.

- Hombre, no les vas a decir que te has pulido la pasta en machangadas todos estos años, ¿no?. Eso sería peor.

- Mucho peor. Sí.

- ¿Cuándo echamos un dos para dos en la cancha de la Casa Blanca?

- Cuando quieras. Tú eres el que está liado. Yo ya no soy presidente de Europa, y en España la que manda es María Teresa …

- Pues tráete a Blanquiño, para ponerle tapones.

- Y tu llévate a Clinton, que ya no salta mucho.

- ¿A él o a ella?

- A él hombre. A él.

- Hecho.

- Adiós.

- Click.

domingo, 20 de junio de 2010

1995.

Desde ese año, tres amigos se reúnen cada cierto tiempo (con una periodicidad aproximada de un mes) para cenar y hablar de política y economía. Los tres son economistas, y me siento afortunado de ser uno de ellos ya que son, con diferencia, las reuniones que más ideas interesantes me han reportado en mis años de vida desde el punto de vista profesional.

Hace ya años, uno de los tres, El Compadre, lanzó una idea sobre la organización administrativa de Tenerife. Dijo en aquella ocasión que los Guanches, antiguos pobladores de estas islas, tenían más lógica administrativa que los castellanos, pues habían dividido Tenerife en diez Menceyatos, alegando que esa división era más coherente que los 31 municipios que actualmente existen en la isla.

Aunque no resulta fácil ponernos de acuerdo a los tres, en esta ocasión los otros dos (Carlos Díaz y quien suscribe) no pudimos estar más de acuerdo. No tiene lógica la atomización administrativa de la isla, si la observamos de la óptica de la eficiencia y eficacia tanto en los servicios como en los costes para el ciudadano.

Hoy, día 20 de junio de 2010, sale publicado en La Opinión de Tenerife un artículo que recoge unas declaraciones del alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, hablando de Derecho Administrativo. En estas declaraciones señala que Tenerife debería planearse una reorganización en su Administración Local (que en Canarias está formada por Ayuntamientos y Cabildos Insulares), aconsejando volver al concepto de Menceyato, y sugiriendo la eliminación de Ayuntamientos, hasta una cifra de nueve como máximo.

El mensaje en el móvil del firmante del presente artículo no se hizo esperar:

"Cuidado con lo que hablamos delante de los camareros: Zerolo tiene escuchas en todas partes" fue la simpática interpretación del hecho acontecido.

Pero en realidad, la cosa sería graciosa si no fuera cierta. Durante años hemos asistido al espectáculo de impune despilfarro público que pueblan nuestras Administraciones, especialmente las locales y autonómicas, donde esos conceptos tan importantes, y recogidos en el espíritu de la Función Pública, Eficacia y Eficiencia, son sistemáticamente obviados.

Soplan vientos de austeridad en Europa, y Zerolo, oportunista como nadie, se sube al carro antes que ningún otro edil de esta sufrida isla. Bien por él, y bien por nosotros, si se traduce en políticas de raciocinio en el gasto y actuaciones municipales tendentes a ello.

Quizá sea el momento de recordarle que tendría que haber predicado con el ejemplo durante todos estos años, y comenzando por su propio Ayuntamiento. Y especialmente si pensamos en su obsesión por acogerse a la Ley de Grandes Ciudades, creando esos Tagorores que no son sino focos de gasto que no agilizan la acción municipal. Lejos de ello, suponen un gasto extra en las ya mermadas arcas públicas de Santa Cruz, que no se puede permitir el distraer ni un solo euro para lograr el deseado equilibrio de las cuentas del Ayuntamiento.

En cualquier caso, valga la presente como introducción a este foro de ideas que, quién sabe, en el futuro es posible que puedan ser útiles para Zerolo, o para cualquier otro edil de Canarias (o incluso del extranjero), ideas que aquí se vertirán sin más interés que el que debería tener cualquier servidor público: trabajar para el pueblo.

Enhorabuena al Compadre. Su razonamiento ha tenido eco en la prensa. Mañana más.

Javi Marrero